Pero ¿fue ésta, en realidad, la causa de una pena tan severa? ¿Tiene sentido que, en una sociedad como la romana, un escritor como Ovidio, una persona políticamente inofensiva, fuera desterrado a una aldea de la costa del mar Negro, en la actual Rumanía, por el imperdonable delito de escribir una obra como el Ars amandi?
Sin embargo, como decía, buena parte de la tradición considera a Ovidio un “inmoral”. Tal afirmación se repite hasta la saciedad en la obra de muchos autores y, por supuesto, es considerada motivo suficiente (y justificado) para su destierro. El poeta aparece en muchos de estos estudios como un hombre aterrorizado que espera la inapelable sentencia del emperador cargado con el peso de la culpa».
Los tres párrafos anteriores proceden del artículo del profesor Bernardo Souvirón El drama del exilio: Publio Ovidio Nasón.